Es fácil dar por sentado que las puertas automáticas se abren y se cierran, se entra y se sale. ¿Qué podría fallar?
Con una serie de preocupaciones clave en materia de seguridad que hay que tener en cuenta como si los sensores de seguridad funcionan según lo preescrito y si las fuerzas y velocidades de la puerta son las adecuadas-, una de las recomendaciones de la normativa BS EN S16005 es un programa de mantenimiento profesional, aunque algunos fallos, accidentes o percances no siempre se pueden prever.
La mayor parte de los errores de funcionamiento son fácilmente evitables si se lleva al día el auto mantenimiento y el mantenimiento profesional de la empresa instaladora.
Realice una inspección de forma periódica con su instalador
Comprométase a realizar una inspección visual periódica y detallada. Los controles de seguridad de los ocupantes le ayudarán a detectar cualquier pequeña grieta y podrá asegurarse de que las señales de advertencia o aviso siguen estando en buen estado, correctamente colocadas y claramente visibles.
Estas comprobaciones también deberían identificar cualquier objeto que pudiera causar algún tipo de obstrucción.
Merece la pena escuchar atentamente cuando las puertas están en funcionamiento; si estás familiarizado con cómo deben sonar, cualquier cambio será perceptible para ti.
Pruebas de eficacia
Debe realizar una prueba para confirmar la eficacia continua de los sensores de aproximación -ya sean de movimiento pasivo por infrarrojos o radar, alfombras de presión o lectores de códigos de acceso- para asegurarse de que las puertas se abren y cierran como deben. Un momento clave para evaluar el rendimiento general de sus puertas automáticas es durante un simulacro de incendio o emergencia.
Situaciones comunes
Una situación común que suele provocar que una puerta se atasque es la acumulación de residuos en el carril inferior o alrededor del mismo, algo que a menudo se pasa por alto. En su caso, se pueden aplicar lubricantes para facilitar el funcionamiento.
También vale la pena engrasar todas las cerraduras de las puertas, tal vez utilizando un lubricante en aerosol para eliminar la suciedad y recubrir las zonas de funcionamiento.
Algunas puertas correderas tienen un tornillo de ajuste; éste eleva o baja ligeramente el rodillo y puede ayudar a que las puertas se muevan con más suavidad. Si cree que las suyas son más rígidas de lo que deberían, merece la pena comprobar esta opción.
Nada de esto es tecnología espacial, pero se sorprenderá de la diferencia que supone para el rendimiento general de sus puertas. Recuerde que las revisiones profesionales y las comprobaciones de seguridad de mantenimiento deben ser realizadas por un técnico formado y autorizado.
Si tienes más preguntas no dudes en contactar con nuestro servicio técnico de profesionales en mantenimiento de puertas en Logroño.