Una puerta cortafuegos es aquella que impide la propagación del fuego porque cierra y aísla la zona donde se encuentran las llamas, además, todos sus componentes son resistentes y el tipo de cierre es hermético. Pero, ¿de qué está hecha una puerta cortafuegos? El componente principal de una puerta cortafuegos es el metal, pero puede haber otros materiales como la madera.
El metal utilizado tiene que tener una gran resistencia al calor y a la corrosión. Además, debe tener un grosor que le permita soportar las fuerzas generadas por la explosión de gases que se produce cuando hay un conato de incendio. Su composición puede ser de acero o de una aleación de aluminio, lo que ayuda a conseguir mejores resultados en cuanto a durabilidad, resistencia y seguridad frente a agentes externos como la humedad o el vandalismo.
Características de una puerta cortafuegos
Las puertas cortafuegos están diseñadas para resistir la propagación del fuego y el humo a través de un edificio. Las puertas cortafuegos se utilizan en edificios como escuelas, hospitales, hoteles, oficinas y viviendas.
Una puerta cortafuegos no es lo mismo que una puerta ordinaria, aunque a primera vista se parezca. Una puerta cortafuegos ha sido especialmente diseñada para cumplir con altos estándares de seguridad y protección. Las principales diferencias entre una puerta normal y una puerta cortafuegos son las siguientes
- Resistencia: Una puerta cortafuegos de buena calidad debe ser lo suficientemente fuerte como para resistir los efectos del calor, el humo y la presión si hay un incendio al otro lado de ella. También debe ser capaz de resistir los golpes de hachas o martillos sin romperse.
- Capas: Una puerta cortafuegos de buena calidad tendrá varias capas de material incorporadas para que pueda resistir el calor mejor de lo que permitiría una sola capa gruesa. Esto significa que, incluso si la capa exterior se quema durante una emergencia, el interior de la puerta seguirá ofreciendo cierta protección contra las llamas que llegan a otra zona del edificio.
- Mecanismos de autocierre: permiten que la puerta cortafuegos se cierre automáticamente al abrirse, evitando la propagación del fuego y el humo de una habitación a otra.
- Cierres de puerta: están integrados en el marco de la puerta y ayudan a cerrarla automáticamente tras su apertura. Pueden ser manuales o automáticos, dependiendo de su configuración.
- Control de velocidad: permite ajustar la rapidez con la que la puerta cortafuegos se cerrará tras su apertura, lo que ayuda a garantizar que las personas no queden atrapadas tras ella cuando necesiten escapar de un edificio en llamas.
Tipos de puertas cortafuegos
Hay varios tipos de puertas cortafuegos y aquí se explican las más importantes.
Puerta cortafuegos guía
Las puertas cortafuegos son partes esenciales del sistema de protección contra incendios de un edificio. Proporcionan una capa adicional de seguridad para evitar la propagación del fuego y el humo entre compartimentos y plantas, al tiempo que protegen a los ocupantes del humo y los gases tóxicos.
Una puerta cortafuegos puede ser accionada manualmente por los ocupantes o activada automáticamente por el calor, el humo u otros sistemas de detección.
Puerta cortafuegos de hoja
La hoja de la puerta cortafuegos es la parte principal de una puerta cortafuegos. Es la parte de una puerta cortafuegos que puede retirarse para permitir el paso de personas, y también sirve de barrera para detener la propagación del fuego. El material utilizado para las puertas cortafuegos suele ser acero, acero inoxidable o una aleación de aluminio. Estos materiales son fáciles de procesar y pueden soldarse a bajas temperaturas.
Ubicación de las puertas cortafuegos
A continuación, se ofrecen algunos consejos sobre cómo seleccionar la ubicación de las puertas cortafuegos:
- La entrada principal debe tener dos juegos de puertas, uno en cada extremo. Esto evitará que el humo entre por la puerta si una de ellas está bloqueada.
- Se prefieren las entradas de dos puertas a las de una sola porque ofrecen más protección contra el fuego y el humo. Una entrada de dos puertas también permite que haya más espacio entre las dos puertas, lo que facilita la entrada y salida de los rescatadores.
- El camino de salida debe estar claramente marcado con señales de salida u otros avisos para que las personas puedan encontrar la salida rápidamente en una situación de emergencia.
Mantenimiento de una puerta cortafuegos
El mantenimiento de una puerta cortafuegos es esencial para garantizar que la puerta funcione correctamente y no cause ningún daño. Hay muchos tipos diferentes de puertas cortafuegos, pero todos tienen algo en común: necesitan ser mantenidos. El mantenimiento puede abarcar desde tareas sencillas, como la limpieza y la lubricación, hasta otras más complejas, como el ajuste de las bisagras y los muelles, o la sustitución de las piezas dañadas.
Estas son algunas de las tareas de mantenimiento que deben realizarse de forma regular:
- Limpieza: La suciedad y la mugre se acumulan con el tiempo en la superficie de la puerta. Esto puede reducir la visibilidad y dificultar la visión a través de los paneles de vidrio o las ventanas. También puede crear un entorno propicio para la aparición de moho. La limpieza ayuda a mantener su puerta como nueva durante más tiempo.
- Lubricación: La lubricación ayuda a evitar la fricción entre las piezas móviles para que funcionen suavemente sin tener que hacer un esfuerzo adicional. Esto hace que duren más y reduce el desgaste de estas piezas. También ayuda a evitar los chirridos cuando pasa por delante de las puertas cortafuegos.
- Ajuste de las bisagras: Las bisagras permiten que las puertas se abran o cierren cuando se desee.