El sector sanitario tiene que tomar medidas mucho más amplias, y a veces extraordinarias, en lo que respecta al acceso de los visitantes. Es una de las industrias en las que, debido a su enfoque en cuestiones médicas, hay una probabilidad significativamente mayor de interactuar con personas que tienen problemas de movilidad.
Esta es una de las razones por las que las normas de las puertas automáticas y la instalación de puertas para discapacitados, como las puertas automáticas para hospitales, no son sólo una comodidad, sino también una pieza fundamental de la infraestructura de los centros sanitarios.
Uno de los momentos más importantes de la visita a un centro sanitario es la primera impresión. Para un centro que se dedica a la asistencia sanitaria, las puertas que dan acceso a las instalaciones son fundamentales para impresionar y ayudar a los huéspedes. Su reputación como centro médico se verá perjudicada cuando la gente vea que su edificio no es fácilmente accesible para los visitantes discapacitados o con problemas de movilidad o salud.
Las puertas que permiten a cualquier persona entrar fácilmente comunican que los propietarios y operadores del edificio se preocupan por el servicio. Las puertas automáticas también permiten que su personal permanezca en sus puestos, en lugar de interrumpir sus tareas para ayudar a las personas que intentan acceder al edificio.
Tipos de puertas que se adaptan a las necesidades sanitarias
Un centro sanitario puede recibir visitantes con problemas de movilidad temporales o permanentes. Las personas que utilizan bastones, andadores y sillas de ruedas tienen dificultades con las puertas manuales estándar. Por eso es importante asegurarse de que dispone de sistemas de entrada adecuados, como las puertas automáticas para discapacitados, que existen en varios tipos.
Puerta automática batiente: Esta puerta es uno de los tipos más comunes, ya que se abre como las puertas convencionales, pero sin necesidad de empujar o tirar. La puerta automática batiente puede abrirse cuando se activa un sensor de movimiento o cuando alguien pulsa un botón de acceso.
Puerta corredera automática: La puerta corredera automática también es muy común y en algunos casos más popular porque no se abre ni se cierra, lo que puede facilitar la entrada. Al igual que la puerta batiente, puede estar vinculada a sensores de movimiento cuando alguien se acerca, o puede requerir que se pulse un botón de acceso grande y fácil o un gatillo para activarla.
Puertas automáticas fiables en situaciones de emergencia
Más allá de las puertas de acceso general, las instalaciones médicas y sanitarias pueden requerir sistemas de entrada más específicos para necesidades médicas especializadas. Hay puertas de cierre automático en caso de incendio, puertas que se abren al detectar las camas del hospital cuando se mueven, e incluso puertas automáticas de hospital que siguen cumpliendo los estrictos códigos sanitarios, para su uso en UCI e incluso en salas de rayos X que exigen un revestimiento de plomo para la protección contra la radiación.